Siguiendo con
nuestra serie de consejos sobre cómo cuidarte en invierno, esta semana te
proponemos lo siguiente para mantener tus labios en perfecto estado.
Labios: presume de una boca apetecible todo el invierno
Los labios
requieren una atención más compleja. La piel de los labios no tiene
prácticamente glándulas sebáceas ni sudoríparas, sin embargo tiene muchísima
sensibilidad al frío y al tacto. Es por ello por lo que todo lo que toca
nuestros labios lo sentimos significativamente más. Eso también aplica, por
supuesto, a las sensaciones desagradables, especialmente cuando la piel se
tensa porque está seca. Como reacción a ésta desagradable sensación tendemos a
mordernos los labios o a humedecerlos constantemente con la lengua, pudiendo llegar
provocar lo que se conoce como “queilitis” o labios agrietados y ulcerados. Las
mejores medidas preventivas a tomar son: utilizar protección UV (sin ella los
labios se secan más rápidamente y se vuelven más propensos a las calenturas o
herpes labial); aplicar en la boca barritas labiales con alto contenido graso (para
mantener la hidratación naturalmente existente en nuestros labios); y autodisciplina
para no mordérnoslos. Ah… y no os olvidéis de dar muchos besos ya que éstos
estimulan la muy beneficiosa irrigación sanguínea labial.